Desde luego, estamos subiendo nuestro nivel, porque esto no hay
quien lo pare. Quien nos diría que estaríamos
en Roma para asistir a la Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.
Las cosas sucedieron de esta manera:
El jueves 24 de abril, los chavales de Sigüeiro, Coruña,Villagarcía y Venezuela iniciamos nuestro camino hacia Roma. Después
de muchas risas en la furgoneta llegamos a las 22:30 a Logroño, donde el Club
juvenil Glera nos acogió, dándonos sitio donde dormir.
El viernes 25 de abril hicimos un recorrido por los lugares más emblemáticos de Logroño
y enseguida marchamos otra vez, con los ojos puestos en el Cupolone. Por el
camino hicimos un alto en Barcelona para visitar la Sagrada Familia y enseguida
pusimos marcha otra vez.
El sábado 26 de abril, después de un duro viaje, vimos salir el
sol ya en Italia, unas magníficas vistas de la costa amenizaron la mañana.
Pronto nuestros ojos pudieron ver por fin la ciudad eterna. Lo primero que
hicimos al llegar fue tener Misa en la Iglesia Prelaticia de Santa María de la
Paz, donde pudimos visitar los restos de San Josemaría y de don Álvaro del
Portillo. A continuación, sin nadie que nos parase, nos fuimos al alojamiento,
aquí tenemos que dar las gracias a las monjas de la casa Suore Missionarie
degli enfermi di San Camilo, quienes nos acogieron como sólo las monjas saben
hacerlo, con una sonrisa permanente en la cara. Después de comer nos fuimos a
ver Roma y aprovechamos para analizar cómo estaba el ambiente por lo de la Canonización
y pudimos ver como la Plaza de San Pedro estaba repleta de gente dispuesta a
quedarse a dormir para coger un buen sitio para la mañana siguiente. Pero esto
no quitó que nos fuésemos a ver Roma de la mano de un guía excepcional que es
don Javier, cuyos 20 años en Roma se notan, pues conoce la ciudad como la palma
de su mano. Contamos con las valiosísimas clases de historia de don José para
aprender sobre cada cosa que veíamos. No
pudo faltar comernos un helado.
El domingo 27 de abril, asistimos a la Misa de Canonización desde
el puente de Sant Angelo, dónde conocimos a un polaco que no dejó de ondear su
bandera durante toda la ceremonia y a unos angoleños muy simpáticos. Comimos en
una de las mejores pizzerías y empezamos la caminata. Esta vez si pudimos
entrar en San Pedro. Después de hablar con el Guardia Suíza, que era un tío muy
majete, y con la ayuda de un conocido de don Javier, entramos en la Basílica de
San Pedro, dónde rezamos ante la tumba de Juan Pablo II, contemplamos la
majestad del baldaquino, La Pieta´ y muchas cosas más.
El lunes 28 de abril, el plan era parar en Pisa y Lourdes en el
viaje de vuelta, pero un fallo en la transmisión en una de las furgonetas hizo
que parte de la tripulación tuviese que cambiarse y la otra se marchase en
avión hasta Madrid, pues el arreglo tenía para cuatro días, con lo que tuvo que
quedarse en Florencia, sitio donde empezó a fallar.
El martes 29 de abril, todos llegamos a nuestras casas, unos en
furgo desde Italia y otros en coche desde
Madrid después de coger un avión en Florencia.
Fue una experiencia inolvidable, que nos dio ganas de comernos
Galicia y llevar alegría a nuestros colegas, amigos y familiares, ayudados de
dos nuevos intercesores. Gracias a todos y recordad que:
¡ESTO NO HAY QUIEN LO PAREEEEEEEEEE!!
El link a las fotos es el siguiente:
( se irán subiendo más fotos poco a poco a esta carpeta)
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